TIEMPOS DIFÍCILES
Se sintió orgulloso, logró disimular su cojera con indudable maestría,
quizás hoy era su día y le sonriera la suerte.
-Vuelva a ponerse la camiseta, -le dijo aquel hombre que podía, al fin,
darle un trabajo. Mire usted, seré sincero, aquí en el sur hace mucho calor,
sobre todo esas tardes de agosto en las que tendrá que nivelar el alquitrán
caliente sobre el asfalto. Desde luego que sentirá la necesidad de desprenderse
de toda prenda que cubra su torso. Y con esa barriga cervecera, su presencia no
es adecuada para la sensibilidad de aquellas personas que viajen en coches de
lujo. Lo comprende, ¿verdad?
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