DAN ASCO
Los partidos actuales dan asco, vomitona
desbordada en cuanto te paras a analizar sus estrategias. Todos dicen estar al
servicio ciudadano, pero en cuanto se suben al ring electoral, se olvidan de él.
Ya no se centran en sus supuestos programas, si es que alguna vez lo hicieron
realmente. Ahora sólo importa diseñar una estrategia que lleve al triunfo
electoral y, por tanto, a ocupar los tronos del poder. Y no importan los
medios, no, porque nada les parece amoral si asegura la victoria. La codicia y
la ambición de las sectas políticas esta transformando la democracia en un
esperpento en el que ya nadie reconoce nada. Las luces Valleinclanescas de la
bohemia integradora de la transición española se han apagado y ahora sólo nos
queda un claroscuro de gris y de sombras donde las traiciones y las puñaladas
son aún más comunes que en los culebrones sudamericanos. En aras de la
idolatrada competitividad se ha establecido el “todo vale” como regla suprema y
aceptada por todos. Y, desde el ámbito político, a los delincuentes
defraudadores no se les condena por robar, sino por ser tan gilipollas de
haberse dejado coger.
Una muestra evidente es lo que ocurrió en
Andalucía y en todo el país, debido a su campaña electoral. El PP, henchido de poder,
no se conformaba con el mayor trozo del pastel y también quería mandar en
Andalucía. Y no les importó joder a un país entero, retrasando en casi cuatro
meses los presupuestos del Estado, si era la estrategia adecuada para ganar
allí las elecciones. Son ya treinta años de gobierno del PSOE en la junta y los
señoritos andaluces de la derecha tienen ganas de reyerta y, aunque ninguno de
ellos lo confesará jamás en público, también de venganza. Resultó que el caso de
Ivercaria (los ERES), ya les era conocido desde un año antes y no dijeron nada, ni pusieron demanda alguna. Manda cojones entonces la
hipocresía del señor Arenas, diciendo, y a pesar de los casos de Valencia y de
Mallorca, que ni un solo euro público debía salir de las arcas del Estado sin
la firma de un funcionario, como si ellos no los presionaran también en sus
respectivas autonomías. Vamos, que el señor Camps, Fabra, Aguirre, etc… son
todos unos santos. Me imagino a sus acólitos andaluces, conspirando durante
meses en sus cortijos, manipulando la cinta (algunas fuentes dicen que se han
detectado hasta 13 manipulaciones en la grabación), y frotándose las manos
porque después de tan extraordinaria estrategia, la victoria estaba asegurada y
ahora serían ellos los que podrían robar a destajo.
Porque si es verdad la felonía deshonesta con
la que suele actuar el PP, tampoco el PSOE se queda atrás, con el señor Griñan
dando datos excepcionales y maravillosos de la Consejería de Empleo Andaluz,
como si eso mitigase el desfalco público y descarado con el que se han
enriquecido ilícitamente muchos compañeros de partido. Chorizos, ladrones, y
abyectos ambos, el PP y PSOE ¿qué nos queda? Porque las declaraciones de Diego
Valderas diciendo que lo único que quiere evitar es alguna mayoría absoluta, denotaba que a IU lo que de verdad le importaba no era más que algún trono que
compartir con el victorioso (fuese quien fuese, muy posiblemente), tal y como
ha ocurrido tras el acuerdo de gobierno para la Junta, donde IU se ha asegurado
tres consejerías, y tal y como ocurrió en la diputación de Huelva en las
últimas elecciones municipales. 11 Diputados del PP, 11 del PSOE y sólo 1 de
IU. Y sin embargo, a pesar de ello, y tras la negociación entre los socialistas
y Diego Valderas, los tres partidos gozaron de la misma subvención y tres
personas de IU, entre ellos el hijo de Diego, fueron contratados como asesores
por 36.000 euros anuales, sin tener ni obligación de aparecer por el edificio.
Y no digamos de UPyD con su campaña de marketing al frente, pero con la misma
ambición de los demás y sin un programa que opte por una alternativa distinta
al capitalismo neoliberal.
Como os digo, los partidos actuales dan asco,
vomitona desbordada, mientras el pueblo sueña con algo nuevo que les ilumine el
camino real de la esperanza.
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