jueves, 26 de julio de 2012


EL ABORTO DE GALLARDÓN

Y ahora aquel chico de aspecto entrañable y con cara simpática de serio guasón, aquel chico que lo mismo se enzarzaba en un chotis dialéctico con la Esperanza de sus amarguras, que se subía al escenario para abrazar en un tango a Sabina, aquel chico que fue eterna promesa “centrista” del PP, alcalde con botella y, ahora ministro de un eufemismo, ahora, resulta que es  el más abyecto y cruel de nuestros gobernantes. ¿Cómo es posible tanta inhumanidad e hipocresía? Este hombre no es más que un camaleón perverso que hasta ahora jamás nos mostró su verdadera y criminal naturaleza. ¡Qué larga y sombría es la mano del Opus Dei en este país, con su ensalzamiento de resignación sacrificial (sadomasoquista) ante los designios de Dios! ¿Recuerdan el sufrimiento de la niña protagonista en la película “Camino” de Javier Fesser?


Pues bien, ahora resulta que este chico campechano que con tanto ardor defendía a Madrid como sede olímpica, con las presiones de la Conferencia Episcopal, me imagino, se ha convertido, de la noche a la mañana, en el más firme defensor de la vida y de los derechos de los discapacitados, sin que ello le perjudique para sus ambiciones de trono en las más altas instancias de la derechona más recalcitrante de España. Ya sabíamos que eso de estar todo el día con la Botella le afectaría. En fin, que ahora su concepción de la justicia se fundamenta sobre todo en castigar con más contundencia a los pobres y en prohibir el aborto legal en España, incluso con malformaciones fetales. Y no le ha temblado el pulso ante las múltiples declaraciones de los prominentes de su partido, prometiendo, de palabra y por escrito en su programa, que, a excepción del supuesto conflictivo de las adolescentes de 16 años, no tocarían la ley del aborto en España. Otra promesa más incumplida. Y así, con una patética firma, que impide a las mujeres abortar a fetos con malformaciones, a condenado a miles de seres humanos futuros a una vida de sufrimientos y dolores continuos (espina bífida, hidrocefalia, niños de cristal, etc…) durante su, generalmente, corta vida. Y, de paso, condena a miles de madres y familias a una agonía inmerecida. Pero ¿cómo se puede llegar a ser tan hijo… de mala madre?

Tanto defender la dignidad y los derechos de los discapacitados, nacidos y no nacidos, ha subrayado, y se le olvida que acaban de destrozar la ley de dependencia, lo que significa abandonar a la muerte, desvalidos e indefensos, a cientos de miles de esos discapacitados que tanto él dice proteger. Gallardón y sus compañeros del PP son abyectamente inhumanos, son unos hipócritas miserables que se jactan de su caritativo catolicismo, pero no se preguntan sobre las consecuencias mortales de su acción política. Eso no les importa, es un drama cuyas consecuencias se gestan fuera, alejadas de sus miradas impolutas. Eso sí, no han olvidado resaltar la posibilidad del aborto por problemas psíquicos en la madre. Siempre es aconsejable dejar una pequeña ventana abierta por si alguna de sus princesitas PePeras comete un desliz. Ya saben que quien tiene dinero puede obtener con facilidad esos informes en exclusivas consultas. ¡Uf, los psicólogos de las clínicas privadas se tienen que estar frotando las manos! ¡Qué subidón en el negocio!  

2 comentarios:

  1. Estupendo. Completamente de acuerdo contigo. Felicidades por el artículo. Un abrazo. Tino

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  2. Promoviendo la natalidad para dejarla morir de hambre o de pena,bravo por el gobierno de España...

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