miércoles, 10 de septiembre de 2014

ANA PÉREZ CAÑAMARES

Estás solo, sabes, a pesar de tu familia
de tu junta de accionistas, de tus secretarias
tus caballos, tu chófer, tus comparsas
estás solo si sólo quieres a tu perro
y no a todos los perros
si sólo te sonríen los niños rubios
si nunca te ha amparado la intemperie
estás solo si no imaginas el sabor del té
en un callejón de Bagdad
si no sueñas la lluvia en una selva
que no te pertenece
si no te duelen las putas niñas
solo si tu madre no ha cascado un piojo
detrás de tu oreja, si no has sudado
ayudando en una mudanza
si no te lavas dando gracias
por el agua
solo si la palabra humanidad
es sólo una palabra de cuatro sílabas.
Pero no me das pena.
A ti no puedo imaginarte.
Sólo existe tu onda expansiva.
Tú no. Tú estás solo
y no existes.

(De Las sumas y los restos. Escrito el día que se supo que Botín tenía cuentas en Suiza)