martes, 24 de julio de 2012


SIN TREGUA

Hoy, el calor plomizo del verano nos ha dado una tregua en el sur y sólo nos arde el incendio del Algarve, ya en tierras portuguesas. Hoy, la fragua se calienta más al norte.  Hoy saltarán chispas en la bolsa y la colocación de deuda será un hervidero de 3.000 millones de crispaciones y desasosiegos. Los toreros Ordoñez y Campa, ex del banco de España y ex de economía, harán filigranas y eufemismos con el capote de las mentiras en el coso parlamentario. Tampoco habrá toros bravos en el hemiciclo, que aquí todos pacen en los mismos prados y no es cuestión de airear intimidades. Hoy, en Berlín, acaso se le hiele la sangre a De Guindos, se caiga por fin del árbol y conozca el verdadero rostro de Alemania, esa Alemania que siempre se degradó sin pudor cuando en el horizonte divisaba la miseria. Y hoy, la agencia Moody´s, se la ha acercado un poco más. Hoy, a Montoro se le va borrando la sonrisa, de tantas bajadas profundas como tiene su imaginaria montaña rusa, y porque no logra adivinar quién coño estará falseando sus números y predicciones. Hoy, los financieros seguirán haciendo negocios. Acaparando fósiles energéticos, o la producción y el comercio de vacunas, o las semillas y productos alimentarios, o, incluso, nuestros deseos enlatados, y entregándonos escasos recursos a cambio de endeudar nuestro futuro y el de nuestros descendientes. Tan infinita y destructiva es su codicia. Hoy, 150 familias más serán desahuciadas en nuestro país y en más de dos millones de familias se preguntarán desesperados si lograrán llenar los platos de la mesa. Hoy, las miradas de muchos enfermos y ancianos abandonados se apagarán, como una débil vela, al preguntarse si lograrán vivir hasta mañana. Hoy, los mismos que llevan a la muerte a enfermos y desvalidos obligarán a embarazadas, con fetos malformados, a parirlos y encerrarse “voluntariamente” en el presidio, junto al parásito amado, de por vida. ¡Qué paradoja!, o ¡qué hipocresía!, mucho mejor dicho. Hoy, a los vigilantes les han dicho que no pueden hablar ni cohabitar con los vigilados, ni siquiera en internet, a riesgo de ser castigados y los vigilantes están perplejos. ¿Qué entenderán estos delincuentes por castigar?, se preguntan, tras los recortes de derechos y salarial. Hoy los comedores públicos estarán abarrotados y las abuelas llorarán, pensando en sus pobres nietos. Hoy, banqueros, políticos y patronal vuelven a almorzar juntos y, entre langosta y buen caviar, analizarán los problemas estructurales de la financiación en España, pero seguirán sin decirnos dónde está el fruto de su saqueo. Hoy, el Gurtel Francisco Correa, se tumbará en la hamaca del chalet de Somosaguas y tomará el sol, mientras se toma un daikiri, junto a la piscina. Hoy, muchos hombres en España, miran por las ventanas de los edificios, pensando en lo próxima que está ya la caída. Hoy, todo permanece igual, en dirección a los infiernos. 


 Hoy, como siempre, tan sólo el amor podrá salvarnos.


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