jueves, 21 de junio de 2012


... Y SIGUE EL ESPERPENTO

En esta España de casi seis millones de parados, y ya carente de Quijotes, la farsa se agudiza a diario y el esperpento reluce en su máxima expresión. Ayer tuvimos buen ejemplo de ello, en la visita que la ministra de Empleo, Fátima Báñez, hizo al ayuntamiento de Almonte (Huelva), para celebrar, junto a las autoridades del consistorio, el Año Santo Jubilar Mariano, concedido por el Papa Benedicto XVI, que se celebrará en Almonte y El Rocío por el Bicentenario del Rocío Chico y coincidirá con la estancia de la patrona en su pueblo durante nueve meses y su vuelta a la aldea para la Romería de Pentecostés y los actos por el bicentenario que tendrán su colofón durante el mes de agosto del año próximo. Las declaraciones de la ministra fueron para llorar: “Estamos muy contentos, estamos al lado de los almonteños y estamos todos juntos con toda la sociedad española luchando para salir cuanto antes de la crisis, para volver al crecimiento y volver a la creación de empleo. Y yo estoy muy emocionada porque no me lo esperaba, aunque de la Virgen un capote siempre llega... esta aliada privilegiada y esta embajadora universal de Huelva que es la virgen del Rocío y que nos ha hecho este regalo adicional en nuestra salida de la crisis y en nuestra búsqueda del bienestar todos los días de los onubenses y de los ciudadanos. Y yo creo que esto se merece un ¡Viva la virgen del Rocío!", remachó la ministra según unas declaraciones recogidas por la Cadena Ser. Para llorar, ¿verdad? Seguro que no hay problemas que solucionar en Asturias, seguro que no tiene mucho qué hacer, porque esto del empleo va bien en España, que se dedica a trabajar ociosamente, mientras canta loas a su Virgen. Pero el colmo es cuando nos trata por imbéciles y anuncia que este es un acontecimiento de excepcional interés público, que es  una apuesta del gobierno central que supondrá una inyección económica muy importante para Almonte, Huelva y Andalucía con muchas posibilidades de creación de empleo y generación de riqueza. Casi ná, como decimos por Andalucía. O sea, que ahora el gobierno, para solucionar la crisis económica, nos insta a ponernos en manos de la virgen. Ya os digo, el colmo del esperpento.

Todo esto debiera tener un carácter de comedia, pero la realidad impone su rostro de tragedia, al ver cómo gran parte de la ciudadanía, esa que profesa la beatitud pública, aunque descafeinada en el ámbito privado, celebra con vítores y aplausos cada palabra de la ministra, mientras esta deja claro que todas las empresas, administraciones y entidades que colaboren, organicen o contribuyan a este gran evento universal podrán tener importantes deducciones fiscales, que en algunos casos llegarán hasta el 95%


A las familias se las exprime a base de impuestos, se le embargan las viviendas en caso de no poder pagar y se les condena a la exclusión y al hambre (1.800.000 familias en España ya no disponen de ningún ingreso), mientras que a los idólatras de las esculturas marianas se les da lo que haga falta. Para qué invertir en comedores sociales, se dirá la ministra, si podemos alimentar al pueblo a base de hostias consagradas. A este gobierno ya sólo le falta que algún día nos digan que, si queremos comer y vivir dignamente, hemos de hacer penitencia, afiliándonos al Opus Dei. En fin, ya veremos cómo se montan la fiesta. El más grande y  alucinante colofón sería ver a la cúpula de Bankia, arrodillados en la ermita, cantando a coro una salve rociera, mientras el obispo deposita sobre sus lenguas unas enormes hostias con forma de euro y sus ejecutivos nos venden acciones preferentes en la puerta.




¿Hasta cuando vamos a ser partícipes de este ridículo esperpento?



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