LAS MUERTES SILENCIADAS
Los valores de las tres C son de sobra conocidos
en los servicios de urgencias de los hospitales españoles. Así se denominan
las, hasta hace un par de años, tres causas principales de muerte en España.
Corazón, Cáncer y Carretera, por este orden. Sin embargo esto ya no es así.
Desde hace unos años el tercer valor, el de la Carretera, ha dejado de estar en
tercer lugar. Si bien es cierto que las normas de los gobiernos en cuanto a
prevención y a endurecimiento de las penas e infracciones en el código de
circulación han mermado la cantidad de fallecidos en las carreteras,
presentándonos tales logros como una gran defensa por la vida, en una reflexión
aparentemente ética y social; la verdad es que únicamente contienen falsa
demagogia. No ha sido excesiva la reducción de muertes en la carretera y, si
esta causa ha abandonado el tercer puesto del ranking, es porque otra ha
avanzado de forma desmesurada en estos últimos años, hasta desbancarla. Estas
son las muertes silenciadas. Las muertes de las que nadie habla. No existen
reseñas en periódicos, tampoco salen en los telediarios, para la gente
corriente no existen, los amigos temen nombrarla y en el ámbito familiar tan
sólo surge un ¿por qué? que jamás hallará respuesta. Me refiero al suicidio. Un
amigo psicólogo me dijo la otra noche que ya era la tercera causa de muerte en
España. Casi 13.000 personas se suicidaron el año pasado en España.
¿Por qué ni el gobierno del PSOE, ni ahora el del
PP, nos hablan de esto? Acaso tienen miedo de que les digamos que la política
neoliberal y carente de justicia que promueven ha tenido mucho que ver en
ello, que aunque no se manchen las manos, sus actos están produciendo muertes
en nuestro país, que sus corruptelas y la ambición desmedida de sus
amiguetes, los banqueros, están llevando a la ruina, a la desesperación y al
suicidio a muchos inocentes. ¿Por qué no hacen campañas publicitarias contra el
suicidio? ¿Por qué ni siquiera dan las cifras?: Porque todo asesino procura
ocultar el cuerpo.
¿Dejaremos que tanta muerte permanezca impune?
No se trata de suicidio, Francis. Mejor trato de explicártelo con un poema.
ResponderEliminarAbrazos.
Certificado de defunción
La encontró su casero,
colgando de la lámpara del baño,
al ir al reclamarle el alquiler
que hacía no pagaba varios meses
–instante en que dejó de percibir
las últimas limosnas del sistema.
Motivo reseñado de la muerte:
suicidio por ahorcamiento. Fue
un error del forense.
¿La verdadera causa?
Asesinato. ¿El asesino?
El totalitarismo financiero.
Los cómplices: los títeres políticos,
venales, pusilánimes
y sucios mamporreros,
bastardos mercenarios del mercado.