EL PERDEDOR
No tema. Sólo soy un perdedor. Y por
ello me necesita tanto. Mire, yo le contaré mis experiencias, le describiré la
caída del idealismo solidario, la huella seca del dolor, la terrible soledad de
la derrota, el frío abismo de la indiferencia. Déjeme que le cuente y verá como
la esperanza se extiende en el tiempo, sin fronteras impuestas, para que la
seguridad no escape. Deténgase un momento, por favor, y escuche: Deje ya de
tener miedo.
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