RUEGO A LOS FUNCIONARIOS
Señores funcionarios, se
dirige a ustedes un pensionista que cobra 600 euros al mes y que desde hace
muchos años no se puede permitir ir al cine, ni viajar, ni tan siquiera comer
solomillo más de una vez al mes. Me preocupa mucho su situación, ya que creo que
sus privilegios (y no hablo de los funcionarios mileuristas, me refiero a los
que cobran sueldos superiores a 1800 euros al mes y que son muchos) en cierto
modo nos benefician a algunos, como es mi caso, ya que mi mujer trabaja limpiando
la casa de uno de vosotros y les aseguro que sin el sueldo de 500 euros de ella
no podríamos sobrevivir. Pero, sinceramente creo que ustedes podrían hacer más
por este país. Y no lo digo, ni por asomo, porque podrían ser sumisos y aceptar
con resignación los recortes que les ha impuesto el gobierno del PP. Nada más
lejos de mi intención, pues creo que sin la colaboración de todos los sectores
sociales en la revolución popular con el fin de derrocar al gobierno actual este
país acabará abocado a la ruina. Lo digo por otra razón evidente de la que
nadie parece querer hablar. Trataré de explicarme con brevedad.
En este país, con la
anuencia del poder financiero y político, se está estafando a los ciudadanos,
estafando políticamente (con un claro fraude electoral por incumplimiento
flagrante de programa) y económicamente (a través de una corrupción
generalizada, permisiva y permitida desde los estamentos judiciales y organismos
institucionales de control). En este país se oculta la verdad, se miente sistemáticamente
a los ciudadanos, se destruyen pruebas de delito, se celebra secretamente la
corrupción de los gestores institucionales, se falsea la realidad documental, y
el engaño es el deporte nacional más practicado. Y señores funcionarios, mi
sentido común me dice que todos esos papeles secretos, que ocultan doble
contabilidades o pruebas fehacientes y constitutivas de delito, pasan por sus
manos. Entonces, si tan indignados están ustedes con la gestión de nuestros
políticos y financieros ¿por qué no sacan a la luz pública diariamente esas
pruebas que demuestren evasiones fiscales, recalificaciones de terreno
ilegales, hiperpelotazos especulativos, falsedades documentales, apropiaciones
indebidas del erario público y un largo etcétera? Es más, les ruego que me
expliquen ¿por qué, salvo escasísimas excepciones de honestidad moral, no lo
han hecho nunca? Porque ustedes gritan mucho ahora, cuando les han quitado una
flamante paga de navidad, sin acaso importarles demasiado que ya en España
vivan cerca de 2.500.000 de familias en la pobreza absoluta y el hambre como único
alimento, pero llevan callados como micos (mudos, sordos y ciegos) demasiado
tiempo, alentados por los secretos innombrables de sus sindicatos.
Yo no pretendo juzgarles,
señores funcionarios. Tengo grandes amigos entre vosotros y creo que, moralmente
honestos, sois imprescindibles para el funcionamiento social de lo que debiera
ser realmente una democracia. Lo que pretendo es alentaros a que tengáis el
valor de denunciar las acciones deshonestas de vuestros jefes políticos. Ya ha
llegado la hora de echarles encima a esos incompetentes toda la basura que han
ido generando durante años. Muchos de vosotros sabéis perfectamente de qué os
hablo. No basta con gritarles nuestra indignación desde las calles, debéis
enfrentaros a ellos en el interior de las instituciones. Sin vuestra ayuda será
imposible purificar nuestras instituciones democráticas. Y, si ciertamente sois,
tal y como expresáis, solidarios con aquellos que más sufren, tenéis la
obligación moral de actuar ya y comenzar a denunciarlos y hacer públicas todas
las pruebas que los comprometan. Y si algunos de vuestros compañeros les ayudan
por una mejor remuneración y un mayor
prestigio, pues acaben con tan sucio y abyecto corporativismo y denúncienlo también.
En sus manos está y tienen la oportunidad de hacerlo. Sean dignos de su labor
social, se lo rogamos la gran mayoría de ciudadanos que nos sentimos indefensos
ante tan descomunal injusticia. Dejen de criticar a sus jefecillos a las
espaldas del pueblo y ayúdennos a cambiar, entre todos, esta deriva inhumana y
criminal.
Tax Justice Network : The global economic elite evaded 17 billion euros between 2005 and 2010
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