EL ABORTO DE GALLARDÓN
Y ahora aquel chico de
aspecto entrañable y con cara simpática de serio guasón, aquel chico que lo
mismo se enzarzaba en un chotis dialéctico con la Esperanza de sus amarguras,
que se subía al escenario para abrazar en un tango a Sabina, aquel chico que
fue eterna promesa “centrista” del PP, alcalde con botella y, ahora ministro de
un eufemismo, ahora, resulta que es el
más abyecto y cruel de nuestros gobernantes. ¿Cómo es posible tanta inhumanidad
e hipocresía? Este hombre no es más que un camaleón perverso que hasta ahora
jamás nos mostró su verdadera y criminal naturaleza. ¡Qué larga y sombría es la
mano del Opus Dei en este país, con su ensalzamiento de resignación sacrificial
(sadomasoquista) ante los designios de Dios! ¿Recuerdan el sufrimiento de la
niña protagonista en la película “Camino” de Javier Fesser?
Pues bien, ahora resulta que
este chico campechano que con tanto ardor defendía a Madrid como sede olímpica,
con las presiones de la Conferencia Episcopal, me imagino, se ha convertido, de
la noche a la mañana, en el más firme defensor de la vida y de los derechos de
los discapacitados, sin que ello le perjudique para sus ambiciones de trono en las
más altas instancias de la derechona más recalcitrante de España. Ya sabíamos
que eso de estar todo el día con la Botella le afectaría. En fin, que ahora su
concepción de la justicia se fundamenta sobre todo en castigar con más
contundencia a los pobres y en prohibir el aborto legal en España, incluso con malformaciones fetales. Y no le ha
temblado el pulso ante las múltiples declaraciones de los prominentes de su
partido, prometiendo, de palabra y por escrito en su programa, que, a excepción
del supuesto conflictivo de las adolescentes de 16 años, no tocarían la ley del
aborto en España. Otra promesa más incumplida. Y así, con una patética firma,
que impide a las mujeres abortar a fetos con malformaciones, a condenado a
miles de seres humanos futuros a una vida de sufrimientos y dolores continuos
(espina bífida, hidrocefalia, niños de cristal, etc…) durante su, generalmente,
corta vida. Y, de paso, condena a miles de madres y familias a una agonía
inmerecida. Pero ¿cómo se puede llegar a ser tan hijo… de mala madre?
Tanto defender la dignidad y
los derechos de los discapacitados, nacidos y no nacidos, ha subrayado, y se le
olvida que acaban de destrozar la ley de dependencia, lo que significa
abandonar a la muerte, desvalidos e indefensos, a cientos de miles de esos discapacitados
que tanto él dice proteger. Gallardón y sus compañeros del PP son abyectamente inhumanos,
son unos hipócritas miserables que se jactan de su caritativo catolicismo, pero
no se preguntan sobre las consecuencias mortales de su acción política. Eso no
les importa, es un drama cuyas consecuencias se gestan fuera, alejadas de sus
miradas impolutas. Eso sí, no han olvidado resaltar la posibilidad del aborto
por problemas psíquicos en la madre. Siempre es aconsejable dejar una pequeña
ventana abierta por si alguna de sus princesitas PePeras comete un desliz. Ya
saben que quien tiene dinero puede obtener con facilidad esos informes en
exclusivas consultas. ¡Uf, los psicólogos de las clínicas privadas se tienen
que estar frotando las manos! ¡Qué subidón en el negocio!
Estupendo. Completamente de acuerdo contigo. Felicidades por el artículo. Un abrazo. Tino
ResponderEliminarPromoviendo la natalidad para dejarla morir de hambre o de pena,bravo por el gobierno de España...
ResponderEliminar