EL HAMBRE
Estoy harto de los políticos
y mamandurrias de este país del esperpento. Estoy harto de los periodistas e internautas que
nos engañan manipulando las noticias interesadamente en función de sus propias ambiciones ideológicas. Pero también estoy harto de este mal llamado pueblo
unido, porque es mentira, ni está unido ni fue jamás solidario con sus
semejantes. En este país tan solo nos interesa la falsa pose, cercana al
malditismo o al sibaritismo del dandy, da igual. La puñetera apariencia, el
prestigio impostado ante los demás es nuestra única preocupación y, con ello,
estamos jodiendo la vida a tantos y tantos pobres ciudadanos. Ahora que por fin
alguien, el alcalde de Marinaleda, se ha atrevido a dar un golpe de efecto
contra la mesa para llamar la atención sobre la pandemia de hambre que se
extiende por la piel de toro, ahora, resulta que a nadie le importa, en realidad, que casi el 20% de los niños españoles no puedan alimentarse más de una vez al
día, ni que casi el 15% de la población de este país carezca ya de cualquier
ingreso
Sí, me han leído con
claridad. De la derechona insensible e inhumana ya me lo esperaba, es lógico, a
ellos lo único que les importa es salvaguardar su patrimonio, en muchos casos
robados al estado a través del fraude fiscal o prevaricando directamente sin
pudor alguno, ni brazo de la ley que haga algo por evitarlo. Pero nosotros, los
que tenemos una concepción más igualitaria, fraternal y justa del mundo somos
verdaderamente imbéciles. Ellos utilizan los medios, manipulando y
tergiversando las noticias y nosotros, sin ápice reflexivo, les seguimos el
juego como zombis atontados. Ayer mismo ya estaba la red y los medios
informativos llenos de noticias y se entablaban debates sobre la legalidad o
ilegalidad del acto cometido por el SAT. Ya se hablaba de los modos franquistas
en las detenciones llevadas a cabo, más tarde salió la noticia de las monjas de
Granada que robaban víveres de un banco de alimento para lucrarse con ellos,
hoy en la portada del ABC sacan a Llamazares con un titular que dice que este
justifica los asaltos a los supermercados con el subtítulo “Tiene 300.000 euros
en el banco. ¿Donará parte de su dinero?” (por cierto yo no conozco a ningún
trabajador que tenga tanto dinero en el banco, pero esa es otra más de las
historias esperpénticas de este país de pandereta e ignominia). Ayer mismo
trataban de desprestigiar a Sánchez Gordillo con supuestas imágenes de sus
viajes en 1ª clase, utilizando las fotos de un viaje al que fue invitado por el
gobierno de Venezuela. Pero lo más triste es ver cómo los foros y debates
callejeros se llenan nuevamente de enfrentamientos entre los imbéciles de los
españoles, esa raza en decadencia, llamándose de todo los unos a los otros, en
vez de hablar y tratar de hacer algo para mitigar el hambre de tantos niños
inocentes.
No suelo faltar el respeto a
mis lectores, de modo que os pido excusas de antemano por no poder frenar hoy
mi vehemencia, pero creo que ya es hora de que en este puñetero país se hable
con claridad. Seguid hablando hoy de las monjitas de Granada, del Llamazares y
su tremenda cara dura, de los cabrones de los fachas que se ríen de las
desgracias de los pobres, del se jodan de la Fabra, del tal Alonso pepero que se
refiere a los parados como a los vagos o a la mierda que pisan sus zapatos, del boicot al Mercadona y al Carrefour, del
derecho de la propiedad privada y de las privatizaciones de lo público, de la asquerosa corrupción institucionalizada que existe en España, de
los inmerecidos sueldazos de los banqueros, de la puñetera madre de todos los
políticos que están vendiendo a trozos este precioso país, e iros todos a tomar
viento fresco. Yo os seguiré hablando en este artículo de lo único importante:
EL HAMBRE ENDÉMICA DE MUCHOS NIÑOS Y FAMILIAS DE NUESTRO PAÍS y la necesidad de
erradicarla si no queremos ver fusilamientos en el futuro. La única llaga en la
que trató de poner el dedo el líder del Sindicato Andaluz de los Trabajadores.
me gusta y comparto...sólo que a las madres delos políticos, qué quieres que te diga? no sé si son tan culpables de haber engendrado semejantes engendros, claro...En todo lo dem´ñas, coincidimos, amigo!
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