sábado, 23 de noviembre de 2013

A LOS PENSIONISTAS, JUBILADOS Y DEPENDIENTES DE ESPAÑA



   Si este gobierno debiera temerle a algún colectivo es al de los pensionistas, jubilados y dependientes de este país. Por eso me dirijo a usted, que está entre esas tres definiciones. El 70% de las pensiones españolas no superan el salario mínimo interprofesional. Haga números y comprobará que dicho colectivo supera con creces los 6 millones de habitantes. Imaginemos ahora que esos 6 millones de ciudadanos se reúnen en Madrid con la intención de paralizar la capital. ¿Quién podría pararnos? Hasta las porras de los policías se echarían a temblar. ¿Qué agente desearía salir fotografiado en los medios de comunicación machacando a una vieja? Y las autoridades no darían abasto poniendo sanciones, multas exorbitantes que mermaran nuestra ansia de justicia y nuestra lógica indignación. Sin embargo, nos descojonaríamos en sus caras sin ningún pudor porque, y acaso usted no lo sepa, según el artículo 107 de la Ley de enjuiciamiento civil, cualquier persona con un sueldo inferior al salario mínimo interprofesional es inembargable. Imagínense, 6 millones de viejos y/o incapacitados, frente al parlamento español, sonándose los mocos con las multas que les acaban de poner las autoridades. La mofa hacia el gobierno sería sublime, además de estar amparada por la legislación de este país del esperpento. Pero nos podrían meter en la cárcel, pensaréis algunos. ¿De verdad pueden imaginar a un juez mandando a prisión a un viejo de 70 años por salir a tomar el aire por las calles de Madrid?

   Nosotros tenemos la fuerza y ya es hora de que nos vayamos enterando. Comprendo que para muchos de vosotros ésta no sea tarea fácil de abordar, pues no existe otro pensamiento cotidiano en vuestras mente que el de lograr la supervivencia diaria de vuestros familiares, el hijo de 25 años que nunca ha trabajado y se está echando a perder en la calle, el de 35 que ha vuelto a casa y lleva 5 en el paro, los nietos a cuyos padres han desahuciado y ahora se sustentan cada día de tu pensión, etc… Pero ya es hora de dejar de mendigar parches efímeros e ir a por todas. Ya el nivel de indignación no es sostenible. Ya la resistencia se plantea imposible para muchos, demasiados. Y encima la ignominia es doble, no sólo pretenden aniquilarnos (en 2015 habrá más muertes que nacimientos en España), es que además se descojonan, delirantes, mientras morimos. Nos dicen que todo va mejor, que los salarios suben moderadamente, que, gracias a ellos, es estable el sistema de pensiones, que… Cuentos y recuentos falsos, mientras aprietan un poco más, y a traición, la soga que rodea nuestro cuello.  


   Sólo le pido que lo piense un instante. Imagine ese ejército de andadores, sillas de ruedas y muletas, manifestándose, a paso de tortuga, por las calles de la capital. Coméntelo con su familia, para que la acompañen, y la lleven, si es que usted no puede valerse por sí misma. Ni los zombis de Walking Dead generarían tanto terror en nuestros gobernantes. Todos los pilares institucionales comenzarían a temblar. Atrévase a estar ahí, forme parte de tan digna epopeya. Sueñe con cambiar las cosas y convierta ese sueño en una realidad. Mientras nos quede un hálito de vida será posible. Después no habrá remedio y sus hijos y nietos jamás saldrán del infierno. Hágalo por ellos, si ya no quiere hacerlo por usted. Porque ellos merecen vivir mejor y también tienen derecho a la felicidad. La que usted sí vivió alguna vez y ahora apenas recuerda. 

   

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