lunes, 18 de febrero de 2013

LOS GOYAS DESAHUCIADOS

   El champán burbujeante y los sopapos dialécticos no tienen por qué estar reñidos, dice Borja Hermoso en su artículo del país. Acaso por eso, tras la finalización de la manifestación en favor de la paralización de los desahucios, se descorchó el champán, entre canapés de caviar y pistacho, tras el escenario de los Goya. En el escenario no, que podría malinterpretarse. El escenario está para hablar de los muertos, esos pobres desgraciados que se han visto obligados a volar sin alas tras inviernos sin mantas ni calefacción. El escenario está para elevar el puño más zurdo por encima del vestido de gasas y frufrú y proferir sopapos moralizantes a un poder que les ha des-subvencionado un poquito la fiesta. Un poquito nada más, que tampoco se va a quedar sin glamur ni alfombra roja la juerga principal. Manda cojones, como diría el señor Trillo, ese impresentable cónsul que nos representa en Londres.
   ¡Cuánta hipocresía destila este país!
   Y es que este país tiene a buenos Talegones y Talegonas en su cantera de guijarros. Qué guay ver al esmoquinado Bardem preocupado por los niños saharauis y a la morbosa y exuberante Verdú, tratando como a miserables Blancanieves a los políticos del PP, desde su magnífica interpretación de bruja y madrasta malvada. Si Goya levantara a cabeza volvería a perderla en pinturas aún más negras. Y luego sus fotitos y ya lejos de lo público, en la fiesta privada, sus jajas por aquí y sus jijis por allá, ellas con las carnes amables y ellos a ver si sacan algo más, una copita, un nuevo rollito no tan exigente y, entre rayitas de coca, la posibilidad de algún negocio rentable.
   ¿Cultura? No me hagan reír, por favor, y sigan recogiendo sus migajas a cambio, como siempre, de su puñetera dignidad. Yo les regalaré su propia imagen en el espejo con el Decálogo del artista moderno, inspirado en vuestro más fidedigno ejemplo:
DECÁLOGO DEL ARTISTA MODERNO
 1.- El dinero público ha de ser para el que pasa hambre. El que quede después de pagar a aquel que habla de los que pasan hambre.
2.- Bombardear con palabras el sistema hasta instaurarse en el sistema.
3.- Criticar la propiedad privada hasta apropiártela, luego dedicarte a la poesía pura o al teatro de vanguardia.
4.- Criticar el consumismo de occidente mientras deleitamos el paladar con el mejor jabugo y el mejor de los Burdeos.
5.- Nunca cohabitar con los políticos en público, para eso existen los despachos.
6.- Nunca ser correcto, siempre políticamente correcto. Así lo exige el mercado.
7.- La vida no es sobrevivir, es vivir, vivir bien. Y eso se consigue poniendo precio al silencio.
8.- Una vez repleto el cementerio sembremos flores sobre las tumbas y levantemos en su epicentro la bandera del ecologismo.
9.- Reivindiquemos el sexo. Y practiquemos la escalada.
10.- Ya no existen malditos ni anarquistas, la señora VISA les otorga su registro.

   Cada vez me da más asco nuestro país.

5 comentarios:

  1. Si tus argumentos contra la poca gente que alza la voz de la farandula española, se reduce a que no se puede hablar de equidd y justicia, con un traje , hay te defines. Vas de saber, y solo te estaś frotando tu barrigota llena de conocimientos caducados

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  2. Rayuela, este artículo es una critica al esperpento de los Goya. Sin embargo tengo otros más abrumadores para cargar con estos, en su mayoría, chupapollas impresentables, muchos de los cuales ya he desglosado en anteriores artículos. La verdad es la verdad y es necesario gritársela tanto a la izquierda como a la derecha de este país. Cuando quieras hablamos de los por qués, sobre mi forma de pensar sobre los faranduleros de este país. Y ten en cuenta que yo los conozco muy bien, ya que forme parte de dicha mierda durante un tiempo.

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  3. Qué bueno,siempre he recordado sobre todo el primer punto... lo leiste en alguna terraza alguna noche en Punta Umbría. Un saludo desde Canarias. Lluís.

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  4. Hola Lluís. ¡Qué alegría encontrarte por aquí! Un abrazo.

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