viernes, 8 de febrero de 2013

PELEAS EN EL RING

   Que si… los papeles del Bárcenas son falsos. Que si… ahora confiesa El País que no eran más que fotocopias. Que si… esto es una conspiración judeomasónica de Rubalcaba. Que si… no podemos permitir este golpe de Estado a la decisión que la abrumadora mayoría tomó en las urnas. Y, mientras tanto, El Sépu tumbado en casa, arrascándose los testículos en el sofá, con un cheque al portador sobre la mesa que le acaba de llegar directamente desde Génova. En la pantalla del televisor, los periodistas asedian a su ex y él sonríe, con la malicia típica de los despechados. Sabe que el cerco se reduce, que él fue el primero en caer y, aunque no le abandonaron por ello, sí le sacaron de los focos. también caerás, piensa, y sentirás en tus carnes el frío del abandono y el desprecio en las tablas de lo público. Conocerás el dolor y la vergüenza en la caída, sufrirás la negación de la realidad hasta el reconocimiento de lo palpable y cuando la serenidad y la calma vuelvan, volverás a recordar nuestro esplendor, aquella tarde en la que hicimos el amor, en la intimidad de nuestro garaje, sobre la tapicería de cuero blanco de un jaguar alucinante.
   Lo de este país sí que es alucinante. A mí, sinceramente, tanta lucha ideológica sin sentido, razón ni reflexión me tiene hasta los huevos. Que si… entonces de donde han salido los 22 millones en Suiza. Que si… ¿y los más de mil de los ERES de Andalucía? Que si… ahora se habla del Bárcenas, no nos desviemos del tema. Que si… porque he de hablar de lo que tú quieras, también te podría hablar de la conspiración de Zapatero en el 11M (si, ya sé que es un poco paranoico el personaje, pero es que somos así, enfermos de nuestro propio fanatismo). Y, mientras tanto, los periódicos haciendo su agosto en enero, centro de atención más allá del radio de las calles y también en el subsuelo, además de en los juzgados. Borregos. Borregos, eso es lo que somos. Nos zarandean, nos llevan aquí o allá, a paraísos virtuales o a campos de pastos ya esquilmados. Nos manipulan, mientras ciegos e inconscientes caminamos hacia el matadero. Son todos unos sinvergüenzas, los unos y los otros. Lo son todos desde que se diseñaron privilegios a medida, y aún mejor confeccionados que los trajes sobremileuristas del Camps. Como entrante solo decirles que tributan bastante menos que usted, en caso de ser afortunado con una ocupación laboral remunerada, una cuarta parte más o menos. Y de esas dietas que, a veces, les supera el sueldo ni un puñetero euro. Ya está bien de ver esto como un maldito partido de fútbol donde aplaudimos tan sólo los goles de nuestro equipo e inventamos penaltis cuando marca el enemigo, que mientras el espectáculo y el juego nos enerva, ellos se llevan nuestro pan y hasta el de nuestros nietos si me apuráis.
   O cambiamos o morimos, no hay otra. Ada Colau lo dijo muy claro ayer cuando interpeló las palabras del experto financiero y angelito de la usura bancaria, el cual argumentaba la irremediable caída del sistema financiero español, en caso de aprobarse la dación en pago. Pero es que aún no se han dado cuenta de que el sistema ya ha caído. Pero qué idea de progreso social y de sociedad tienen ustedes. Acaso desconocen el índice de suicidios actual, el trágico final de la ingente cantidad de personas excluidas del sistema. ¿Quién la oyó? Parece ser que nadie, a pesar de ser reproducida millones de veces por la red. Seguimos igual y ayer lo pudimos comprobar en las múltiples manifestaciones en defensa de la educación. ¿Educación? Yo me descojono. La verdad es que no es más que lucha ideológica de unos contra guerra ideológica de los otros, intereses particulares y grupales, pero con insidia individualista. Los del Opus obligándonos a tragar crucifijos y los progres profesores a lo suyo: menos horario, menos exigencias y un corporativismo laboral que les asegure un buen sueldo de por vida. En realidad, a nadie le importa la educación, importa la evangelización o el adoctrinamiento político. Para que todo siga igual eternamente: nosotros en el ring, con el rostro y los puños magullados, y ellos en el cómodo trono de sus privilegios.

   Que si… a La Mato la han hecho ministra de sanidad para que pueda hacer honor a su apellido. Que si… en Estocolmo se rieron mucho de Amy Martin. Que si… los papeles, según afirman peritos caligráficos, contienen la letra del Bárcenas. Que si…  Y así hasta el infinito más absurdo. ¡Que pena de pais!
     

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