LA NIEBLA EUROPEA

Parece que la niebla se disipa un poco por el Norte. Anoche, desde la plaza de la Bastilla, un foco antiniebla, comenzó a abrir un poco de luz en la penumbra de Europa. ¿Será cierto o, en unos meses, volveremos a constatar la realidad de un nuevo espejismo? Desde luego, el discurso de François Hollande de ayer en París, fue esperanzador:. “La austeridad no puede ser una condena”, proclamó. “Esa será mi misión, dar a la construcción europea una nueva dimensión. Y se lo diré cuanto antes a los socios europeos y a Alemania”, pero ¿a qué se referirá exactamente cuando habla de la construcción europea? Quizás su asesor especial Jean-Marc Ayrault, alcalde de Nantes y previsible futuro primer ministro, nos da la explicación cuando anoche, ante los medios, dijo: “la clave ahora será recuperar a Europa, reorientarla hacia el crecimiento, la competitividad y la protección”.  Mal vamos entonces, si seguimos basando todo en la estructura económica de Europa, en su engañoso infinito crecimiento, y en su voracidad de competitividad y codicia mercantil, pero queriendo mantener a la vez un sistema de bienestar que va más en consonancia con los deseos de grandeza de unos pocos que con cubrir las necesidades básicas de todos los seres humanos. Si la estructura económica de Europa no tiene como cimientos una sólida estructura política, constitucional y basada en una justicia realmente equitativa, de nada nos servirá. Tan sólo lograremos disminuir un poco el sufrimiento del camino, pero igualmente estaremos abocados al abismo. Es evidente que la esperanza gala se diluirá con tantas manos de niebla que sacan los políticos actuales de sus oscuros bolsillos. Un grito de esperanza cara a la galería. Si hasta dice que una de las congregadas ayer, en la Bastilla, agitaba una bandera de España y gritaba: “Viva ZP”. Pero, en fin, al menos se ha resquebrajado el muro franco-alemán. La Merkel se ha quedado sin socio, aunque no olvidemos que la Merkel sigue siendo el socio que aporta el capital y Francia ya también lo necesita.

En el Sur las aguas está revueltas y el parlamento griego se fragmenta. Tras décadas de bipartidismo, éste se desploma y entran tantos nuevos partidos y con tal representación parlamentaria que será imposible formar gobierno. Lo más preocupante es la entrada de partidos extremista, como el neonazi Aurora Dorada con 21 parlamentarios. Curioso para un país que perdió al 10% de la población durante la ocupación nazi de los soldados de Alemania en la 2ª guerra mundial. ¿Qué pasará ahora en Grecia, sin los suficientes apoyos parlamentarios para seguir al frente con la política impuesta desde Bruselas? Será una incógnita interesante de descifrar, pero mucho me temo que las batallas campales que hemos visto desde nuestro cómodo sofá, se recrudecerán, aumentarán los suicidas quemándose a lo bonzo y esa misma visceralidad que han demostrado en las urnas, regará muy pronto de sangre las calles. Aún más, ya sé que ya ha corrido suficiente, pero a partir de aquí, correrá mucho más. Y debemos fijarnos bien en ellos, para aprender y no cometer sus mismos errores, porque nosotros aún no estamos ahí, pero a saber cómo estaremos sólo dentro de unos meses. En fin, deseo suerte, fortaleza y comprensión al hermano pueblo griego. Ojalá yo me equivoque y sean capaces de controlar su situación.

Mientras tanto los mercados siguen mostrando sin pudor su codicia. Tras los resultados electorales se retiran, desconfían, ver peligrar sus estables beneficios, a pesar de la crisis, y se desploman las bolsas de casi toda Europa y la prima de riesgo española nuevamente alcanza niveles exorbitantes. Para ellos, los seres humanos no somos más que números y una fugaz posibilidad de negocio (algún día negociarán hasta con nuestros huesos).

Pero no pasa nada. Nosotros los españoles somos diferentes. Nosotros arreglaremos el mundo. Haremos asambleas específicas, concretas. Y hablaremos en una de la sanidad, en otra de desobediencia civil, en otra del canal Isabel II, en otra del cuñado del Rey, el pícaro Urdangarín, en otra de la temática gay, en otra sobre la diversidad cultural, en otra de cómo producir nubes tormentosas, en otras de cómo construirnos un huerto en casa, en otras de crear una moneda en cada barrio, en otra de cómo organizar un acto lúdico, en otra de crear un taller de poesía, en otra de cómo fabricar jabón, en otra sobre cómo mejorar nuestro taller de máscaras, en otra de…………. vete tú a saber de qué.

Ya nadie habla de aquellos 8 puntos iniciales del 15M. Ya cada vez se habla menos del gran número de políticos, asesores, y enchufados que tiene este país. Ya casi nadie habla de los inmorales privilegios de la deshonesta casta política de nuestro país. Ya casi nadie dice nada. Ya todos discuten y el ruido es cada vez más fuerte y tan denso como la niebla. Esa niebla que sigue creciendo, a pesar de todos nuestros intentos individuales, como un manto de penumbra medieval sobre la vieja Europa.

El día 12, en la manifestación del 15M, tendremos una nueva oportunidad. Esperemos que la razón y el sentido común salgan a la superficie y, ésta vez, hagamos mejor la cosas. Podemos y debemos volver a intentarlo. Ojalá estemos todos, menos los violentos, claro está.