FELIZ SUPERVIVENCIA
“Feliz año a todos mis amigos. Os deseo paz, amor y supervivencia para el 2013, que no es poco, con tanta incertidumbre sobre el futuro”. Está fue la breve frase que colgué en mi muro de facebook como felicitación y, sorprendentemente, recibí esta respuesta: “Este mensaje tuyo destila violencia, sabes? La palabra supervivencia... es muy, muy violenta. Contrólate en tus deseos, por favor. --Sí, vengo a decirte esto a tu muro, porque es lo que yo pienso que dices. Y me aventuro a decir que esto es una apología de la violencia porque así lo percibo aún sin conocerte de res. Salud y buen 2013”. Me quedé perplejo. Un día antes debatí en su muro sobre la cuestión del uso de la violencia, como defensa legítima del pueblo frente a la cruel represión que sufre por parte de nuestro gobierno. Las multas por asistir a manifestaciones, las detenciones arbitrarias, los ojos que se pierden por bolas lanzadas por antidisturbios, el no derecho a defensa si eres pobre, el abandono de los dependientes, la no atención médica si eres inmigrante, la ley hipotecaria que fomenta el suicidio, pagar la deuda antes que saciar el hambre, etc… Y aún así, yo seguí declinando el uso de la violencia bajo circunstancia alguna, argumentando que, de ese modo, sólo acabaríamos cambiando a unos asesinos que gobiernan por otros asesinos que nos gobernarían. ¡Qué más da el lado ideológico en el que anden!, si ambos asesinos son. Y si tengo algo claro es que sólo lograremos evolucionar si lo hacemos a través de una revolución cultural, de valores humanistas, basados en la igualdad, la libertad, el culto a la vida y al conocimiento, la recuperación de unos valores morales consensuados entre todos y que dote a cada persona de un valor definido en cuanto a lo que es y no en cuanto a lo que posee y la hermandad universal en el concepto de justicia. De modo que no, bajo ninguna circunstancia admito el uso de la violencia. Aquí no se trata de vencer, se trata de convencer. Se trata de comprender qué sólo tenemos una salida posible: si conseguimos unir al equipo saldremos adelante, pero si nos dispersamos, cada uno a lo nuestro, a buscar tajada algunos, otros en pos de la fama, ciegos de vanidad, otros pensándose que esto es un juego de la play y están locos por darle al botoncito y disparar y otros, la mayoría, que no se enteran de nada y son manejados como marionetas por las manos de los capos de los bandos, los que manejan el cotarro, los que tienen el dinero, los que diseñan nuestras vidas.

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