RENACIMIENTO
Llegó el momento de desandar las estaciones,
arrancarte las raíces, desechar lo inútil aprendido,
sumergirte en la pureza de esa lágrima
que rebosa el vientre de la madre, nadar entre corales
y peces de colores, apretar entre los dientes
el tubo del oxígeno y volar,
volar entre dos aguas de vida renovada.
Llegó el momento de cerrar los ojos y creer,
creer en el resplandor oculto en toda noche oscura,
en la verdad del agua clara, en el hombre que dentro
de su pecho abraza a un niño, en quien mira
con ojos nuevos el misterio del amor, aquel
que asoma desde un pozo y ve el mar, henchido
y frágil, acariciando la piel encendida de la aurora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario